Todos los días hacemos, decimos y comemos cosas que han estado formando parte de nuestra cotidianidad desde que tenemos memoria, sin embargo, muchas de estas actividades y cosas tienen un origen y una razón de ser.
El Instituto de Arte y Cultura de Celaya cuenta con un departamento que nos ayuda a conocer a través de la difusión de estas actividades, quizá muchos al principio desconocemos el valor que esto puede tener, pero gracias a la coordinación de Culturas Populares, nos volvemos un poco más conscientes de nuestras propias raíces.
El sentido de pertenencia por otro lado puede ser descrito como apropiación, en el que las personas se identifican con características pertenecientes a un grupo, lugar o perfil. Muchas veces decimos “soy mexicano”, “soy guanajuatense” porque crecimos y adoptamos el entorno que nos rodea.
Estamos acostumbrados a comer ciertos platillos, a realizar las cosas de cierta forma y a celebrar ciertas tradiciones, esto no significa que no estemos abiertos a aprender cosas nuevas o a respetar a otros grupos, sino que tenemos nuestras raíces en un tiempo y espacio determinado, y el hecho de respetarlas es un valor que puede traernos paz de muchas maneras.
La difusión de las Culturas Populares
La Coordinación de Culturas Populares de Celaya inició labores hace poco más de 15 años, y dentro de sus actividades destaca el fomento a la artesanía, el apoyo a la cocina tradicional, a las danzas, entre otras cosas.
En el caso particular de Celaya, estos se encuentran sobre todo en los barrios y colonias de la ciudad y en las comunidades que rodean la urbe, que siguen formando parte del municipio. Cabe reconocer que, a pesar de que México es un país tan grande y diverso, no ha sido capaz de separarse por completo, por lo que es normal encontrar influencias de diversas tradiciones que convergen.
La coordinación ha trabajado mucho en la parte de la identidad, en palabras de Fernando Krissant Hernández Aguilar, coordinador en el Instituto “toda ciudad, sea del país que sea debe tener presente de dónde viene, dónde está y a dónde va”. Por lo que, gracias a sus trabajos y proyectos, buscan recordar a los celayenses sus raíces, con el fin de tener un futuro mejor como ciudad.
No obstante, muchas veces caemos en el pensamiento de que todo los relacionado al término “culturas populares” es muy viejo, folclórico, arcaico, casi lo imaginamos en blanco y negro si lo escuchamos mencionar. Pero la realidad es que cada día vivimos parte de esa cultura, nos desarrollamos alrededor de ella, ejemplo: el maíz.
Por supuesto que habrá lugares y días en los que las tradiciones se viven de manera más palpable y clara, como en las fiestas patronales o en las comunidades. Otras de las funciones de la Coordinación de Culturas Populares es el apoyo a los comités y delegaciones que mantiene vivas estas actividades.
Cabe destacar el trabajo que conlleva la elaboración de los talleres que dicha institución organiza constantemente con el fin de la difusión. Existe una investigación profunda del tema, la búsqueda de fondos y colaboración de expertos en el tema, y sí, me refiero a los artistas populares (artesanos) y los cocineros tradicionales.
La organización está contemplada para que las personas interesadas se lleven la mejor experiencia y el máximo conocimiento, no es sólo organización, es conocimiento antropológico y social. Gracias al trabajo de años existen herramientas como el registro, donde los creadores y difusores tradicionales pueden acceder por medio de una convocatoria.
¿Por qué es importante el sentido de pertenencia y la difusión de tradiciones populares?
Muchas veces imaginamos la idea de tradiciones en México con una fiesta llena de colores, fiestas y comida rica, pero la importancia de vivir conscientemente y entender nuestras rutinas reconociendo aspectos que son parte de una tradición, puede abrirnos la mente de una manera muy positiva.
El apoyo a la cultura popular beneficia en tiempo presente a las artesanas, a los artesanos, a las cocineras y cocineros tradicionales, reconociendo su trabajo, sus años de practica y preparación y por supuesto, aportando a la economía de sus familias, ya que también es un trabajo redituable, que requiere tiempo y esfuerzo.
Al mismo tiempo, nos daremos cuenta de la razón de ser de las cosas, comprenderemos un poco más al otro, es decir, seremos más empáticos, ¿Por qué las personas hacen lo que hacen?, ¿Qué significado tiene y qué representa para ellos? Económica, cultural y hasta espiritualmente. “Porque la gente vive con mucha fe sus tradiciones”, nos comparte Fernando Krissant.
Pero el sentido de pertenencia que podemos fomentar por medio de la cultura tiene un ángulo de proyección a futuro, es decir, busca una sociedad más pacífica. El sentido de pertenencia e identidad debe de ser lo básico presente en todos los ciudadanos. Como Fernando Hernández nos puede explicar:
“Te pongo un ejemplo, en otros países ha habido situaciones de violencia e inseguridad, en México también lo ha habido, en Colombia trabajaron mucho en reforzar el sentido de pertenencia e identidad para recordarle a la gente cuáles son sus orígenes.
También es importante seguir todas las actividades culturales, porque a través de los valores culturales, fomentamos todos los valores éticos, indispensables para el desarrollo de todo ser humano. Es indispensable fomentar la importancia de voltear hacía cuáles son nuestros orígenes y así entenderemos lo que estamos viviendo y hacía donde queremos llegar.”
EXTRA
La Cocina tradicional, talleres que nos alimentan de conocimiento
A lo largo del mes de septiembre, la Coordinación de Culturas Populares organizó una serie de talleres dedicados a la cocina tradicional mexicana: gorditas de trigo, gorditas de queso, tlacoyos, tortillas ceremoniales y calabaza en tacha.
Donde los asistentes, además de aprender la preparación de algún platillo, podían aprender un poco más sobre su desarrollo en las cocinas de México, el aporte nutricional y la evolución de la base gastronómica de nuestro país, el rey maíz.
De la mano de cocineras tradicionales, las personas pudieron acercarse manera amable y paciente al corazón de estas tradiciones. Un ejemplo, es la cocinera tradicional Martha Patricia López Martínez, que impartió el taller de “Tlacoyos, el padre de los antojitos mexicanos”.
Patricia López comparte con nosotros que este tipo de actividades le gustan mucho, ya que es algo que aprendió de su mamá directamente, por lo que compartirlo con otras personas le causa satisfacción porque sabe que ese conocimiento “no se queda nada más conmigo, sino con ustedes también”.
Además, habla de cómo es bueno que las personas jóvenes se interesen por estos temas. Ya que es parte de la tradición, y el hecho de poder llevar una “enseñanza de mamá” a los demás de una manera tan práctica a un grupo, la deja con la sensación de que ha dejado una parte de ella en los demás.
Alienta a las juventudes a meterse más a la cocina, conocer los sabores tradicionales y las experiencias que los platillos nos traen. “Sí te gusta, puedes avanzar muy rápido”, como todo, es una disciplina de práctica.
Martha Patricia López cocina desde niña, gracias a las enseñanzas de su mamá, pero fue por un trabajo como cocinera en una guardería de niños hace 12 años, que se dio cuenta de lo versátiles y nutritivos que eran los platillos de su infancia.