Los Tres Roles de la Vida en Pareja (PARTE FINAL)
Ser padres. El proyecto donde se proyecta la pareja
Pablo A. Durán Pescador  -   2023-12-16
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La crianza es el trabajo más difícil de la Tierra. Sin duda. Ser padres es una decisión, una bendición o una chiripada. Pero no importa cómo haya sido, nadie está cien por ciento seguro ni listo, aunque ya tengan hasta las mantitas y los pañales. Existen distintos tipos de familias y una infinidad de temas para hablar de ellas, pero en este artículo nos centraremos en la familia tradicional, que es aquella que se conforma por madre, padre e hijos.

El tercer rol de la vida en pareja es el rol de ser padres, pero este rol es una decisión (a veces…). Hay matrimonios que deciden convertirse en padres, pero también hay parejas que, sin ser matrimonio, acabaron siendo padres, y hay padres que ni son pareja, ni son matrimonio y ni son nada… ¿me explico, no? Además, hay padres ¡que ni saben que son padres! Podríamos sacar otra saga sobre la familia y sus conflictos más comunes, pero el día de hoy me centro en qué es ser padres como rol de pareja.

Primero que nada, como en otros artículos se ha mencionado, ser pareja no es lo mismo que ser matrimonio, y ser matrimonio no es lo mismo que ser padres. Pero algo que ha sido evidente en las decenas de familias y parejas que he atendido es que, si en el rol de pareja no sabemos atender nuestros problemas o llevamos una dinámica ineficiente en nuestra resolución de conflictos, el rol de padres se desestructura y suele ser muy conflictivo.

El rol parental se concentra únicamente y de forma exclusiva en la dinámica de crianza, acuerdos de reglas, límites y normas para hijos y para sí mismos también, ya que de los padres surge el ejemplo que se proyecta en las conductas de los hijos y su emocionalidad, sustentabilidad de la autoridad parental de ambas partes, y todo aquello que va dirigido a los hijos. Si hay conflictos en pareja, hay que aprender a dejarlos donde pertenecen y no contaminar nuestra crianza con ellos. Esto es un factor de riesgo grave en su amplia presencia en la sociedad, y el mal manejo influye en el ambiente familiar, que se torna tóxico hacia los hijos y afecta su desarrollo emocional, cognitivo, en personalidad, su esquema de conducta y resolución de conflictos. Normalizan los conflictos, gritos, amenazas como algo cotidiano, y todo ello surge de cómo proyectamos la imagen de la familia desde las cabecillas que son los padres y madres de familia.





Como terapeuta, siempre recomiendo atender y entender la diferencia de los tres roles de la vida en pareja, simplemente porque si no ponemos orden en nuestros roles de vida, no podemos estructurar una rutina cotidiana funcional y saludable. Aprender a identificar de dónde surge el problema, ya sea de la pareja, el matrimonio o el ser padres. En este último rol, su función principal es sustentar el desarrollo óptimo y saludable de los hijos.





Nadie nos enseña a ser padres, nos guiamos por cómo nos criaron o como vamos viendo día a día. Este rol no solo es adoptarlo, sino prepararnos para él. Por eso es importante que, si se quiere ser padre, madre o ya se es, hay que asesorarnos, guiarnos y tomar capacitaciones y talleres de crianza y parentalidad. ¿Por qué? Simple.

TENEMOS LOS HIJOS POR LOS QUE HEMOS TRABAJADO.
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