Hay actividades que realizamos con tanta frecuencia que llega un punto en que se convierten en procesos automáticos, y el tema que hoy abordaremos es uno de ellos: “elegir nuestra ropa”. Te invito a hacer una pausa y reflexionar si estamos usando a nuestro favor esta poderosa herramienta.

Con el paso del tiempo han surgido una amplia variedad de estilos que marcaron un antes y un después en la manera de vestir, sin embargo, hoy día este tema ha generado tal controversia que bien vale ponerlo sobre la mesa.





Iniciaré con una buena noticia, y es que de la misma manera que podemos ordenar nuestras palabras para crear mensajes y comunicarnos, a través de nuestra vestimenta tenemos una herramienta poderosa para reforzar lo que deseamos transmitir. A pesar de hablar de vestimenta, te anticipo que la ropa no es el tema que ocupará las siguientes líneas. Hemos dedicado tanto tiempo a cuestionar estilos y prendas sin llegar realmente a ninguna parte que dejaremos las distracciones de lado para avanzar hacia la raíz de este asunto: ¿cómo es vestir consciente?

Tomemos como referencia los siguientes puntos:

1.Tomar consciencia de que contamos con esta herramienta: Ya sea que la estemos utilizando a nuestro favor o no, cumple su función y está comunicando. Te invito a reflexionar cuál es el mensaje que buscas transmitir, una vez creado este has dado el primer paso. A través de nuestra vestimenta reforzamos nuestras ideas, palabras y estilo personal; por lo tanto, es importante señalar que si en nuestra mente hay desorden, este también se proyecta a través de nuestra ropa e imagen, toma nota.

2.El mensaje que enviamos es interpretado por las personas a nuestro alrededor: No tenemos control sobre la interpretación que los demás hagan de la manera en que vamos vestidos, porque esa opinión está limitada por sus principios, creencias, educación y sistema de valores, por mencionar algunos. Por lo tanto, a donde vayamos puede ser que les guste o no cómo vamos vestidos. Sin embargo, esto va más allá de simples gustos personales; como sociedad, es indispensable ser conscientes de que las normas de convivencia, salud mental y el clima social influyen directamente en esa interpretación, y a nivel colectivo nos genera riesgos; en el siguiente punto te explico por qué.





3.Como sociedad enfrentamos escasez de valores: Aunque yo piense que elijo con base en mis gustos personales, esto no es del todo cierto, pues existe una fuerte influencia de lo que la comunidad opina y en particular de los mensajes que han sido reforzados en el tiempo (aquí podemos incluir los prejuicios). ¿Realmente buscamos la aprobación de los demás? Sin embargo, lo que necesitamos es respeto, tolerancia y sentirnos seguros a donde quiera que vamos. Pues bien, para lograrlo es necesario poner sobre la mesa otros temas como educación, salud mental y seguridad para crear las condiciones que nos permitan ejercer esa libertad de expresarnos incluso a través de nuestra vestimenta.





¿Quién te viste realmente? ¿Eliges tú o te has convertido en la copia de la copia? Porque de ser así, hemos renunciado a esa libertad de usar esta herramienta desde el momento en que imitamos el estilo de alguien más y lo utilizamos sin saber realmente qué estamos comunicando con él.

No es que no respeten cómo me visto, esto va más allá. Como sociedad, no estamos respetando la vida, nuestro cuerpo, los recursos, a nuestra comunidad. En definitiva, cultivar y promover valores humanos es un ingrediente clave para la mejora de nuestro clima social.

Cada día nos presenta opciones para actuar. Hoy te invito a vestir consciente.