La victimología es la rama de la investigación forense que indaga los factores, condiciones, conducta y estado psicoemocional de aquellos que han sido víctimas. El término fue acuñado en 1949 por Frederick Wertham en su libro "El Espectáculo de la Violencia" bajo la necesidad de un estudio científico de las víctimas. Este campo de investigación se abrió posterior a la 2da GM, ya que surgió la curiosidad de indagar a las víctimas y sus características de manera más científica. Karmen (2012) define a la víctima como "cualquier persona que haya sufrido lesiones, pérdidas o dificultades debido a la acción ilegal de una persona, organización o grupo".
Existe una categorización de la victimología que permite un análisis más específico. La Victimología General se encarga del estudio de cualquier víctima sin poner en mesa el papel del agresor o delincuente. Y la Victimología Penal o Criminológica se enfoca en analizar exclusivamente a víctimas de delincuentes y la relación y participación del delincuente.
La Sociedad Mundial de Victimología realiza simposios internacionales una vez cada tres años. Los programas de asistencia a las víctimas se han multiplicado en todo el mundo. El 11 de noviembre de 1985, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la "Declaración sobre los Principios Fundamentales de Justicia para las Víctimas de Delitos y de Abuso de Poder". Aunque esta disciplina fue criticada por mucho tiempo en el ámbito científico internacional y llamada "la ciencia de culpar a las víctimas", ya que de forma científica se tiene que actuar de forma imparcial y se hicieron varios descubrimientos conductuales y psicológicos donde había víctimas que utilizaban esto como una ventaja o víctimas que generaban contextos y acciones donde su objetivo era quedar como víctimas.
Se ha estudiado mucho al agresor pero históricamente la victima ha tenido poca atención investigativa, ya que se centra en el tratamiento y apoyo, pero la dinámica victimizaste aun es un campo en pañales, a excepción de la Medicina Forense, que es quien atiende directamente casos sobre todo de agresión fisca y sexual.
El criminal tiene derechos, se le explica su condición, se le clasifica y se le defiende bajo los Derechos Humanos que los convierte víctimas cuando hay procesos de detención o de seguimiento legal mal elaborados o llevados acabo de manera ineficiente.
La víctima escasamente se menciona, se le atiende en todo los ámbitos para apoyarle con el trauma y el manejo de la experiencia, pero poco en el estudio científico de las condiciones que le llevan a ser victima, porque se puede observar que hay personas que tienen un patrón victimizante inconsciente que las lleva a ser victimas de forma recurrente.
Existen víctimas en la pareja, víctimas en el trabajo, la escuela, la familia, y en cada tipo de violencia, ya sea física, sexual, patrimonial, económica y psicológica. El problema es que hay ocasiones donde los agresores o delincuentes tienen varias víctimas. Imagínate, hipotéticamente, donde hay 10 víctimas de un solo agresor, trabajar con un solo agresor ayudaría a mejorar 10 vidas. Hay que tomar en cuenta que el estudio de las víctimas es algo que podemos ampliar y podemos expandir, sobre todo en el campo preventivo, concientizar sobre los rasgos de ser víctima, las dinámicas y ciclos de violencia, psicoeducar a la comunidad y empoderar a quienes son víctimas y no lo aceptan, peor aún, que no saben que están siendo víctimas.