Es difícil darse cuenta de que todo ya ha cambiado, todo empeora y también mejora.
A veces el pasar del tiempo es considerado tan lento que nos perdemos en el transcurrir de nuestras vidas. Sin darnos cuenta de que los años transcurren más rápido de lo que pensamos, sin detenerse; y todos los días que vivimos son una cuenta regresiva imparable para nuestras vidas.
Porque la vida es tan normal para nosotros que muchas veces no la apreciamos como deberíamos. Pero la verdad es que lo más impresionante casi siempre forma parte de lo que más conocemos y lo más cercano a nosotros.
Frecuentemente nos perdemos tanto en nuestras ambiciones que nunca le damos la gran importancia que merecen todas y cada una de esas pequeñas y sencillas cosas que forman parte de nosotros y de nuestra felicidad.
Así que aquí y ahora, junto a nuestras personas más queridas, abracemos este día y las enormes esperanzas de vivir un año mejor próximamente.
Porque al final, los objetos materiales no se pueden comparar con la presencia de aquellos seres que día a día están a nuestro lado, acompañándonos en cada paso del camino.
Ya ha llegado la hora de agradecer por nuestros logros que nos han nutrido; y nuestros fracasos de los que ya hemos aprendido. Porque terminamos este año, no como un año cualquiera; sino como un año lleno de experiencias y vivencias diferentes de las que vivimos en el pasado y de las que viviremos en el futuro.
Porque estamos aquí, en el presente, tomando los aprendizajes del pasado para construir un nuevo y mejor futuro; brillante para nosotros mismos y también para los demás.
Apreciemos juntos cada momento de nuestras vidas, porque hoy, así como todos los días, realmente somos afortunados de seguir aquí.