La noche del 5 de enero es una de las noches más fabulosas de todo el año, para chicos y grandes, es una noche cargada de ilusión, de esperanza, de anhelos y de sueños; claro, debí de haberme portado muy bien durante todo el año, para merecerme los ansiosos regalos que con tanto deseo he solicitado a tres Reyes Magos de Oriente, deseando que mi carta haya llegado sin contratiempos…
Llegada la noche, tengo que meterme a mi cama, y tratar de dormir, para que los Reyes puedan ver que me he portado muy bien, considero debo dejar un poco de agua o de leche por si llegan cansados y con hambre, debo ser gentil.
Cerraré los ojos y trataré de dormir, seguro no escucharé sus pasos, y una vez más, tampoco los podré mirar. Pero tengo la firme certeza que estarán aquí, que me visitarán, y llegada la mañana, estarán ahí mágicamente los regalos que pedí…
¿Pero cómo son tan sabios? Cómo saben lo que cada niño desea, para certeramente cumplirnos nuestros deseos… ¡mágicos, simplemente mágicos!
Mientras tanto los Reyes Magos, durante todo un año, trabajan y observan; trabajan y observan… visitan las ciudades, los pueblos, y adquieren los regalos; hacen una gran movilización urbana, se cierran calles, el tráfico es agobiante. Van a fábricas, tiendas, mercados, tianguis, etc. en búsqueda de nuestros regalos. Desde luego que es un trabajo abrumador, se cansan, pero perseveran, se cargan de amor, tienen que estar energizados, y es el amor su combustible.
Nuestra tradicional llegada de Día de Reyes, es una costumbre que nace de las Santas Escrituras, en el Evangelio de San Mateo, se menciona a unos "magos", que, llegados de Oriente, fueron guiados por una estrella, hasta el lugar donde el Rey de los Judíos acababa de nacer. Ofrecieron oro, incienso y mirra que simbólicamente significaban el metal de los reyes, la ofrenda de los dioses y el símbolo del futuro padecimiento, respectivamente.
La festividad de los Reyes Magos se convierte actualmente en una tradición, con una cabalgata de reyes, que circula por las calles de la ciudad obsequiando dulces y regalos, y es así como los niños los conocen y les pueden admirar. No podía faltarnos la tradicional rosca de reyes, desde luego, que dentro de su pan se encuentran pequeños muñequitos de plástico que simbolizan el “Niño Dios” y a las personas que por azar les toque un “muñequito”, corresponde invitar los deliciosos tamales el próximo 2 de febrero, día de la Candelaria, cerrando el ciclo navideño.
…Los Reyes Magos, pues, comienzan a preparar su recorrido, alistan los regalos, los tangibles y también, los que no se ven… Nos dan muestra de su venida simbólicamente en el cielo, tres estrellas (del Cinturón de Orión: Alnitak, Alnilam y Mintak) nos indican que están por llegar.
Mi noche favorita ha llegado, no hay noche más bella que la que se entrega por la esperanzadora llegada de un nuevo día, de un día de magia, de magia sublime, de magia celestial, de inocencia y pureza. De miradas cuánticas que ven en los regalos un pedacito de amor, energía y vibración; pidamos pues en unión, sabiduría, entendimiento, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios. Y unidos en uno solo, construyamos una ciudad de amor.
¡Feliz día de Reyes!