Mirar al Cielo - Arquitectura vertical
Crecer hacia arriba, la actual tendencia
Arq. Fabiola Vázquez García  -   2023-09-30
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¡Ay arriba y arriba!, dice la canción… y no se podía quedar atrás la arquitectura, ¡claro que no!... La arquitectura vertical surge de avances tecnológicos y de eventos que han permitido su desarrollo, como con la revolución industrial, llegó el uso del acero, logrando enormes estructuras y formando altos edificios, en complemento con el cristal que los recubría; de esta manera, se dio una nueva pauta al crecimiento vertical. Así mismo otros materiales y técnicas complementaron esta posibilidad, como lo fueron el concreto reforzado, el poder bombear para el suministro de agua, y la posibilidad de subir y bajar cómodamente con el invento de los elevadores, sin necesidad de escaleras; todo esto fue permitiendo “crecer hacia el cielo”. Aunado también a la alta demanda de espacios y viviendas, siendo una solución a los problemas de sobrepoblación actualmente.




Y arriba y arriba, me hace mirar y observar al cielo, entonces la arquitectura vertical me comunica que puedo elevar no sólo la vista, sino también el pensamiento. Majestuoso es reflexionar cuando observo algún edificio y contemplo no sólo la parte técnica sino la obra de arte que el hombre edificó. No sé cuantas veces el creador de estos edificios miró al cielo, pero seguro lo hizo en interminables ocasiones, pues necesitaba de ello para inspirar su creación.





Al contemplar esta arquitectura vertical, por ende, miramos al cielo y ¡qué bien nos hace verlo!, a veces no nos damos tiempo, o pasa desapercibido; es importante saber que ver al cielo aumenta nuestra creatividad, nuestra concentración y bienestar, porque es causa de asombro y felicidad. Me encanta hablar de arquitectura porque intrínsecamente está ligada al hombre. En estos momentos de la vida es cuando más necesitamos de un aire profundo, de una quieta paz y de momentos de asombro, los cuales ayudan a agudizar nuestro cerebro y nuestro razonamiento, nos abre a nuevas ideas, fortalece nuestro sistema inmune, siendo el asombro el que activa a nuestra inclinación a compartir y crear relaciones fuertes, nos incita a cuidar la naturaleza; físicamente, mejora el ritmo cardiaco y la digestión, activa el nervio vago, reduce la ansiedad y profundiza la respiración; todo esto lo explica el profesor de psicología Dacher Keltner en su libro “Awe: The New Science of Everyday Wonder and How It Can Transform Your Life”
Sigamos mirando al cielo, creando altos edificios y grandes sueños…

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