Se dice que la mujer es sinónimo de amor, ternura, valor, fuerza, entrega, pero también son seres de sueños, de esperanza.

Ser mujer de campo es reconocer que existen aproximadamente 992 mil mujeres trabajando en el sector agroalimentario, de las cuales, el 83.9% lo hace en la agricultura *fuente (sader,2022). Según la Secretaría de Desarrollo Social Y Humano de Guanajuato, SEDESHU, más de seis mil de estas incansables mujeres, son originarias de Guanajuato

Las Mujeres de campo, hijas de la misma planta, somos todas aquella que trabajamos día a día para impactar al mundo desde la alimentación, pero también desde la paz y sororidad

Hoy reconozco a las mujeres de campo que fueron pioneras y perseverantes para que las nuevas generaciones podamos tener un lugar menos hostil, donde podamos desempeñar nuestro conocimiento, donde nuestro valor sea respetado.

Este texto lo dirijo en gratitud las mujeres ingenieras del sector agroalimentario y aquellas que no llevan un título, pero que se han enfrentado a violencias de género y desigualdad laboral.

Hoy gracias al camino que han trazado mujeres Guanajuatenses como la ing. Paloma Vargas, la ing. Martha Villegas y muchas otras más, a las nuevas generaciones se nos reconoce, se nos valora, pero sobre todo se toma en cuenta nuestra opinión.





Hoy las mujeres construimos un papel muy importante en el sector agro, ya que se nos puede ver como supervisoras de invernaderos, encargadas de riego, encargadas de los departamentos de nutrición o plagas y enfermedades, etc. Es sorprendente ver como en cada una de las diferentes empresas, consideran al menos una mujer dentro de sus equipos de trabajo.

El valor de la mujer se está reconociendo por su capacidad de compromiso, por la multi habilidad, por el liderazgo y buena comunicación, pero también por la capacidad de crear equipos sanos sin climas hostiles.