La política en México ha tenido un impacto significativo en la paz social del país. El nivel de violencia y delincuencia en el país ha sido un gran problema en los últimos años, con incidencia en la paz social.

Los partidos políticos tienen "propuestas y soluciones diferentes para mejorar la paz en México"; sin embargo, se han enfrentado a dificultades para lograr los cambios necesarios. Más allá de lo que puedan hacer los políticos por controlar el crimen organizado y la delincuencia, nosotros podemos hacer un cambio, por las nuevas generaciones, por un Estado y, en grandes rasgos, un México mejor donde reine la paz. Comencemos por nosotros mismos, creando ese equilibrio en nuestro cuerpo, mente y espiritualidad. Visualicemos ese futuro increíble que anhelamos y encaminémonos al éxito.





No dejemos a los políticos que resuelvan la violencia. Más allá de su cierta o falsa eficiencia, tengamos en cuenta que todas esas personas, dentro de la delincuencia y el crimen organizado, no fueron educadas emocionalmente de una manera correcta y no es fácil que ahora se pretenda cambiar a tal punto de que promuevan la paz y no la violencia. Y está bien que seamos optimistas; sin embargo, también hay que ser realistas. Tampoco podemos cambiar el mundo de un día para otro. Comencemos por nosotros mismos para que podamos multiplicar esa paz con nuestra familia, amigos, comunidad y Estado. De esta manera, crearemos un gran impacto que se vaya expandiendo por todo México y por el mundo.





Poco a poco se pueden construir grandes logros, tales como esa paz social que nos genere armonía y nos permita una convivencia sana, libre de violencia. Seamos conscientes de todas esas noticias tan fuertes de violencia que vemos a diario en los diferentes medios de comunicación, que no proponen soluciones y, por el contrario, se hacen más grandes. Comencemos el duelo por esa paz social que nos una y llene de armonía.