"> El precio de la paz
El precio de la paz
¿Cuánto estarías dispuesto a pagar por vivir en paz?
Cristian Emmanuel Rodriguez Ramirez   -   2023-11-25
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Muy a menudo escuchamos la frase "todo en esta vida cuesta" o "todo en esta vida tiene un precio", y aunque no lo queramos aceptar, esta frase es muy cierta. Todo tiene un costo, desde las cosas esenciales para vivir, como el agua, la comida, nuestro hogar, la ropa que usamos y la paz no es la excepción.




Cuando yo era estudiante universitario, tenía mucho interés por ayudar a generar un cambio social, pues era consciente de la situación de mi estado y sentía que no me podía quedar de brazos cruzados. Sin embargo, rápidamente mi motivación disminuyó, ya que desde mi perspectiva de ese entonces no podía ayudar en nada. Por las tareas y las clases de la universidad, tenía muy poco tiempo libre para tomar acción, además de que también tenía que trabajar para apoyar a mis padres con los gastos de la universidad. En ese momento entendí lo difícil que era construir una sociedad de paz y por qué es que parece imposible llegar a ella, pues, aunque yo quisiera contribuir, por no tener los recursos suficientes me era imposible, ya que hacía mis tareas y trabajaba o me ponía a ayudar en alguna organización enfocada en la paz. Esto que pensaba se reforzó cuando escuchaba a otros que estaban en la misma situación que yo, ya que también se veían impedidos por su situación económica.





Recuerdo que en ese entonces, para una materia, escribí un ensayo donde mencionaba que la paz es algo invaluable, como una obra de arte hermosa que hay que cuidar a toda costa para las futuras generaciones, pero que pocos se ponen a pensar que al igual que una obra de arte, para conservar la paz se requiere invertir en su preservación. Por ejemplo, para cuidar una obra de arte invaluable se construyen museos para que esté protegida y las personas la puedan ver. Se contratan guardias de seguridad para que protejan la obra de arte y también se contratan profesionales en arte para cuidarla y restaurarla para que conserve en perfectas condiciones. No obstante, para realizar estas cosas se requiere dinero, pues a pesar de lo hermosa que sea una obra de arte, nadie va a regalar material para construir el museo o los guardias y restauradores van a trabajar gratis, a pesar de que ellos tengan un gran aprecio por el arte y les encante su trabajo, ellos tienen que cobrar, pues necesitan vivir de algo o tienen familias que mantener.





Algo similar ocurre con la paz, pues para construir una sociedad donde exista verdadera paz se requieren espacios seguros donde todos puedan convivir en paz, y para construir esos espacios se requiere comprar materiales y pagar a unas personas para que los construyan o rehabiliten. También hay que capacitar a aquellos "líderes" que se van a encargar de mantener la paz y cuidarla, al igual que lo hacen los guardias de seguridad y los restauradores. Pero, por desgracia, esto también tiene un costo, ya que por más comprometidos que estén los líderes en generar un cambio social, ellos requieren recursos como transporte, material didáctico, y lo más importante, necesitan recursos para vivir, vestir y comer. Por todo esto llegué a la conclusión de que no se podía hacer nada para construir la paz sin un apoyo económico.
O eso era lo que yo creía antes de conocer Multiplicadores de la paz.





No siempre se trata de dinero, Spiderman
Como menciona el villano de la película Spiderman: un nuevo universo, "No siempre se trata de dinero". Muchas personas pensamos que todo se soluciona con dinero, o que para todo se requiere, y que para ser líderes de cambio social dedicarnos 100% a ese trabajo y que nos paguen, para poder solventar los gastos y poder vivir. Sin embargo, existe otra forma que no requiere de mucho tiempo ni de dinero. Esta forma es ser amables y tratar bien a los demás, ya que muchos de los problemas que hoy hay en el mundo son por falta de estos valores, pues el amor se paga amor y el respeto con respeto.
Todos podemos contribuir con pequeñas acciones las cuales pueden generar más impacto del que creemos. Aunque parezca algo insignificante, el ser amable con los demás, saludar a las personas con una sonrisa, preguntar sobre su día, desearles un buen día, darles palabras de aliento a alguien que está pasando por un mal momento o incluso solo escuchando a las personas, es suficiente para comenzar a generar ese cambio social que necesitamos para vivir en paz.





Se puede mejorar el clima social y vivir en paz mediante el uso de palabras de amabilidad, ya que todos hemos visto a una persona o incluso hemos sido esa persona que estaba muy enojada y con unas palabras de amabilidad olvidó su coraje y en vez de ir repartiendo odio por el mundo, comenzó a repartir amabilidad a otros que quizás estaban como él, y así sucesivamente, generando un efecto dominó que elimine las energías negativas como el coraje y la ira, y las reemplace por paz y amor, y todo gracias a unas simples palabras que solo nos cuestan el tiempo y la saliva que gastamos en decirlas. El impacto que tienen en las personas a las que les decimos estas palabras es enorme, y se podría decir que hasta son mágicas.
Hoy en día creo que, si no podemos estar directamente en el campo de batalla ayudando a construir la paz, podemos simplemente desde nuestras casas ser amables con los que nos rodean, ya que eso es suficiente. Pues ese pequeño acto algún día generará un efecto dominó que ayudará a la construcción de la paz.
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