Todos alguna vez nos hemos enamorado, ya sea de ese amor de la niñez hasta el amor de tu edad adulta; todos hemos experimentado esa sensación de sentir adrenalina en nuestro cuerpo cada vez que veíamos a esa persona, sintiendo que nuestro cerebro arrojaba serotonina a más no poder por estar en compañía de esa persona especial, creando historias idealizadas y utópicas en nuestra cabeza sobre esa persona.

Pero, ¿qué pasa cuando ese sentimiento no es correspondido, cuando el sentimiento no es mutuo o cuando simplemente la relación se rompe? Cuando esto sucede, vienen un sinfín de emociones a nuestro cuerpo y mente; el sentir que esa adrenalina y serotonina abandonan tu cuerpo para dejarte ahora con un enorme vacío, un gran número de emociones encontradas y, sobre todo, llena de preguntas sin responder. Comienzas a sentirte solo e inconsolable a pesar de tener personas a tu lado, tu cerebro arroja ese sentimiento de soledad por no ser esa persona que tú deseas la que está a tu lado.





Comienzan las etapas del desamor. Primero sentirás una gran negación y no podrás comprender por qué las cosas no sucedieron como tú lo hubieras querido; después vendrá el enojo, sentirás una gran furia hacia esa persona que rompió tu corazón y no encontrarás respuesta del por qué te lastimó o no sintió lo mismo que tú sentías. Finalmente, llegará la aceptación; aprenderás a aceptar que tal vez esa persona realmente nunca quiso lastimarte, aceptarás que no todos pueden llegar a quererte como tú a ellos, aceptarás que las personas son pasajeras en tu vida y cada una de ellas te dará una nueva enseñanza que podrás poner en práctica en tu presente y ser una mejor persona.





Y ¿qué sigue ahora? Recuerda que después de la tormenta siempre sale el sol. Una vez que hayas aceptado y comprendido que no tienes control sobre las acciones y sentimientos de las demás personas, podrás ser feliz y dejar de culparte por cosas y acciones que no están a tu alcance. Comenzarás ese hermoso sentimiento que es el comenzar a soltar; soltar lo que te hace daño o simplemente ya no está al ritmo de tu vida. Es aquí cuando comienza un gran cambio en tu vida porque empiezas a dejar fluir las cosas. Comienza el autoamor que quizá no sabías que podrías darte, e incluso comienzas a conocerte más a profundidad; conocer sentimientos y talentos que no sabías que tenías o no habías podido descubrir. Te vuelves un ser humano con mayor tacto y responsabilidad afectiva, y eso será tu momento, será el momento en el que te sientas pleno y en armonía contigo mismo. Hay que entender que en muchas ocasiones el cielo necesita ser invadido por una enorme tormenta para después mostrar su hermoso arcoíris y todo lo bello de él, y eso es todo lo que viene "Después de Soltar".