Previo a la celebración del solsticio de invierno, existe en México y en el mundo la celebración y conmemoración del Día Internacional de la Solidaridad Humana. Su objetivo no podría ser otro que erradicar la pobreza y promover el desarrollo humano y social en los países menos industrializados, particularmente en los segmentos más pobres de sus poblaciones.

El 20 de diciembre es el día idóneo para fomentar el debate sobre las maneras de promover la solidaridad para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible y poner fin a la pobreza. Es el mejor día para actuar y buscar nuevas iniciativas para erradicarla.

Si bien podríamos pensar que la pobreza gira en torno a la parte económica, es importante recalcar que muchas veces la mentalidad raquítica también funge como un problema y obstáculo para poder erradicar esas diferencias sociales que son aún más marcadas en el ámbito económico.

En la Declaración del Milenio, la solidaridad se identifica como uno de los valores fundamentales para las relaciones internacionales en el siglo XXI y para que quienes sufren o tienen menos se puedan beneficiar de la ayuda de los más acomodados. En consecuencia, en el contexto de la globalización y el desafío de la creciente desigualdad, el fortalecimiento de la solidaridad internacional es indispensable.





Recordemos que los valores van más allá de una palabra en el diccionario cuyo significado tiende a ser filosófico. Los valores son, es mi humilde opinión, una guía sobre los adjetivos calificativos más apropiados para cualquier ser humano de bien, que se rige por una moral intachable y un corazón puro que busca siempre aportar algo positivo a su entorno, ya sea con trabajo, actitudes pacíficas o palabras mágicas.

En este sentido, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sugiere que dicha conmemoración sea una fecha para celebrar nuestra unidad en la diversidad, así como para recordar a los gobiernos que respeten sus compromisos con los acuerdos internacionales. Igualmente, sirva este día para sensibilizar al público en general sobre la importancia de la solidaridad y el apoyo mutuo; fomentar el debate sobre las maneras de promover la solidaridad para el logro de los objetivos y para motivar nuevas iniciativas para proteger el planeta y garantizar la dignidad para todos.





Así que, este 20 de diciembre, aunque sea a pequeña escala y desde tu trinchera, sé solidario, sé gentil, sé proactivo, generoso, sé un multiplicador de paz y ayuda a que nuestras comunidades sean partícipes poco a poco de las cosas que más importan, como buscar una mejor calidad de vida para mí, para ti y para todos.