Adornos y más adornos, luces y más luces, nostalgias y alegrías, convivios y regalos... No cabe duda que todo esto es parte de la navidad, sentimientos bonitos, abrazos, fraternidad en todas partes del mundo… Y cada uno de nosotros en búsqueda de los regalos, los mejores adornos, las luces más brillantes, los atuendos más calientitos, los guantes, gorros y bufandas. Nuestras casas decoradas con luces, villancicos y un cálido aroma a ponche…

Cada parte arquitectónica de nuestra casa no pasa desapercibida, pues un detalle navideño la embellece y la enfatiza. En la puerta central una corona de adviento, que simboliza el próximo nacimiento; en ese arco descansando sobre pilastras, luce una iluminada guía de guirnaldas; en las columnas se posa un lindo moño de terciopelo rojo y junto a la chimenea, un alto pino verde que nos permite decorarle con luces, esferas y listones.

Buscamos un lugar apropiado para simular el contexto urbano del lugar donde nació Jesús, puede ser en el balcón, en el jardín o en la sala, donde representamos en una maqueta ese llamado “nacimiento” con un rico y delicado olor a romero.





No sólo el interior de nuestras casas es iluminado, sino que la ciudad se viste de luces bellas con sus adornos engalanando las calles y en el cielo luces de bengala que no dejan de ser admiradas… En este contexto urbano nos unimos y empatizamos, pues estamos de acuerdo, que la ciudad es mucho más bella cuanto más iluminada.





Somos como un efecto dominó, pues el cielo se une a nosotros, o nosotros al cielo, en esta temporada es cuando el cielo luce majestuosamente más estrellas brillantes, entonces todo es brillo, todo es luz. Todo a nuestro alrededor, desde nuestra casa, ciudad, planeta y universo se llena de luces… y entonces se despierta en nosotros el sentimiento sublime de la llegada de Jesús, que llega para iluminar no sólo el contexto fuera, sino que representa esa luz de nuestra conciencia para ser mejor humano, esa luz ferviente en nuestros corazones para perdonar, esa luz de esperanza para vivir feliz, esa luz de templanza para entender a mi prójimo, esa luz de amor que no se apaga… que no debemos dejar apagar, el día que se funda, moriremos…

Felices fiestas decembrinas!!!