Bullying y la depresión
El uso de las palabras mágicas y el reconocimiento de la metodología
María José Alaco Rodríguez   -   2024-02-03
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Venimos de una formación colectiva, hábitos, rutinas que se automatizan por una poderosa influencia comunitaria. Así, sin pensar, vamos encontrando gusto por acciones, palabras y contextos no razonados, solo limitados.



En México le llamamos carilla cuando alguien reconoce algún distintivo de tu apariencia y este reconocimiento es mostrado de manera directa, ofensiva y con todo el afán de ridiculizar a las personas.

Por ejemplo: A quien tiene cabello lacio y tupido como un cepillo le dicen “el chaquiras”, a alguien muy moreno le dicen “mi güero color de llanta”; a la persona con baja estatura le dicen "la tachuela"; al que es muy alto, "la garrocha" y así sucesivamente.

El problema es cuando las personas permiten esto como parte de un distintivo nacional, de tal forma que terminan adaptándose a tal ambiente. Si lo hacen contigo quienes se supone deben protegerte: tu padre, tu madre, tus hermanos, tu familia.

Chaparro, Prieto, guereja, desabrida, tachuelita, la rocha, el caballo, langa rote, negrito, etc.

Esta práctica de violencia pasiva va retroalimentando a cada individuo a guardar dentro de sí mucho rencor, resentimiento, dolor, baja autoestima y vulnerabilidad.

No es carrilla de la buena, esto es bullying y nos lastima, nos hace sentir ofendidos e impotentes.

Entonces, la burla, el tono, el lenguaje no verbal = deterioro de la dignidad y el valor de una persona.

Esto contribuye a la violencia y no debemos seguir imitándolo, es hora de razonar y aprender a comunicarnos de manera correcta.





Las palabras mágicas son estimulantes que hacen que nuestro código de conducta se modifique. Se ha comprobado que los animales y las plantas responden a los estímulos verbales. Quiero citar al Dr. Emoto, quien comparte lo siguiente:

Los experimentos de Emoto consisten en exponer agua en recipientes con diferentes palabras, dibujos o música y luego congelar y examinar la estética de los cristales resultantes mediante fotografías microscópicas. El punto esencial de las teorías de Emoto consiste en que el pensamiento humano, las palabras, la música, las etiquetas en los envases, influyen sobre el agua y esta cambia a mejor absolutamente. Si el agua lo hace, nosotros que somos 70-80% agua deberíamos compartirnos igual. Debería Ud. aplicar mi teoría a su vida para mejorarla.

Entonces, las palabras mágicas son aquellas que nos hacen sentir felices, aceptados, reconocidos, entendidos, comprendidos, escuchados, motivados:

• Gracias
• Por favor
• Yo estoy contigo
• Yo creo en ti
• Eres valioso
• Veo en ti estas o tales habilidades
• Confío en ti
• Yo te apoyo
• Necesito de ti
• Juntos podemos hacerlo
• Reconozco de ti
• Tú me haces sentir seguro
• Pidamos ayuda
• Podemos apoyarnos
• Lo solucionaremos
• No estás solo





Para que quede claro: las palabras mágicas son las que suman. La palabra, el tono de voz, tu mirada, tu empatía, una gran sonrisa, tu cercanía. Las palabras mágicas surten efecto utilizándolas en la fórmula anterior. Y pueden ser sumamente poderosas y transformar el mundo cuando lo haces parte de tu vida, cuando las utilizas frecuentemente con todos, iniciando contigo mismo.

Comienza a usar estas palabras mágicas contigo mismo. Estas palabras llegarán como agua fresca en un día caluroso. Úsalas de manera cotidiana y verás los cambios en 7 días.

Las palabras mágicas transforman la conducta de las personas: bebés, niños, adultos y abuelos. No me la creas, simplemente hazlo.
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