La vida no solo se trata de vivir; también se trata de fijar objetivos y crecer mediante estos a lo largo de nuestra vida.

Aprender a vivir es difícil, y respirar diariamente no es necesariamente saber vivir.

¿Quién respira vive, aunque... al existir, ¿solo tienes como deber respirar?
La vida no se forma únicamente satisfaciendo tus necesidades fisiológicas básicas.
Es cierto que es algo fundamental, y aún así, cabe reflexionar: ¿cuál es el verdadero propósito en nuestras cambiantes vidas?





Es decir, el sentido de lo que buscamos al vivir.
Si la vida únicamente se tratara de respirar, no existiría el sentido real en ella.
Es normal sentirse en la creciente crisis de no saber certeramente quién eres o quién serás, a qué te dedicarás o en qué te convertirás a futuro.





Pero de eso se trata la vida, de pensar y buscar las respuestas y cada uno de los huecos faltantes en tu persona para potencializarlos.
Todo mediante la construcción de un proyecto de vida.

Porque respiramos para vivir, sin embargo, ¿vivimos para respirar?