El Orden y el Respeto
La Relación Padres e Hijos
María José Aldaco Rodríguez  -   2024-02-17
 Compartir en facebook 
Biológicamente, para procrear un ser humano es necesaria la participación de un hombre y una mujer, y durante muchos años hemos pensado que estos dos, hombre y mujer, conforman la base para la crianza de un ser humano.



En las generaciones recientes, donde observamos una diversidad de criterios y pensamientos, podemos encontrar familias con estructuras funcionales de relaciones entre personas del mismo género o identidad. Aún dentro de estas familias debe haber un equilibrio y definición de los roles de crianza, cuidado y acompañamiento a los miembros para mantener un orden dentro de la entidad llamada FAMILIA.





Algunas frases que son muy comunes escuchar en diferentes contextos sociales expresan pensamientos y modelos de vida que hemos aprendido a imitar:

Que una mujer necesita a un hombre para formar a los hijos.
Que cuando un solo padre cría a los hijos es mamá y papá al mismo tiempo.
Que los abuelos pueden ser una mejor influencia sobre los nietos y que ellos pueden hacerse cargo de los nietos criándolos como hijos.
Que un joven requiere menos atención que un bebé.
Que hoy existen nuevas modalidades de roles en las familias donde los hombres sin ningún problema pueden hacerse cargo del hogar y las mujeres pueden salir a trabajar para ser las únicas proveedoras.
Que una mujer es más fuerte si necesita menos de un hombre.
Que el cuidado y cariño que un hombre puede otorgar a su mujer puede llegar a limitar la libertad de la mujer.
Todo lo anterior son pensamientos muy comunes en la población. En este momento me refiero a ellos solo como modelos de pensamientos sin juzgar ninguno, con la atención de observar para poder entender, elegir y decidir.





El desorden social comienza con "una búsqueda de algo mejor", con un fundamento teórico y social de un "no pasa nada si altero el orden". La vida en este momento nos grita desesperadamente: RESPETO. Como humanidad, hemos pensado que nada podría sufrir un desequilibrio por ir eligiendo, probando y alterando el orden de muchas cosas. Hoy nos cuesta trabajo entender que existen principios fundamentales de orden y consecuencias cuando este orden no se respeta. Ejemplos de ellos son: el clima, la alteración genética de los alimentos y sus nutrientes, edificar hoteles o viviendas en zonas protegidas, etc. Creemos que el mundo se puede modificar a nuestra entera satisfacción sin tener consecuencias.

Para que exista un desorden de roles humanos en la sociedad, primero es necesario mover el orden de pensamientos e ideas. Hemos alterado la lógica y hemos confiado en que no afecta en nada. Dentro de la sociedad, hemos hecho todo lo contrario: padres que no saben sus funciones básicas para ejercer la paternidad, hijos que no conocen sus derechos, obligaciones y responsabilidades con la organización básica, la familia, además de hermanos, tíos, primos, abuelos, que alteran todos los días los roles y, por lo tanto, el funcionamiento de esta organización. Es como si dentro de una empresa dijéramos "yo soy el dueño, el gerente, el obrero y no necesito a nadie para el mejor funcionamiento de esta. Yo puedo hacer lo que quiera y no necesito a nadie para que me marque mi rol, pues soy todo poderoso."





Y todavía hemos ejercido otro derecho: NO CREER EN LA FAMILIA.

Construir el organigrama familiar en un clima de orden, respeto y reconocimiento a cada uno de sus miembros, así como se hace en las empresas, poder representar con toda claridad el valor de lo que cada uno aportamos desde la paternidad y la maternidad logrará que esta entidad sea funcional.

En resumen, podríamos decir que el orden social nos grita la necesidad de:

Observar
Conocer
Entender
Apreciar
Respetar
Razonar
Reconocer

Esto nos puede llevar a la necesidad de que la familia, a través de esta metodología, conozca el alto nivel de importancia que tiene el orden para lograr los cambios que todos decimos necesitar.
COMENTARIOS:
ÚLTIMAS NOTICIAS
NUESTRAS ALIANZAS
pruebaaaa