En medio de los desafíos que enfrenta la nación ecuatoriana, es imperativo recordar que la paz es el anhelo común que todos compartimos. En un mundo donde la violencia y la inseguridad amenazan la estabilidad de nuestras comunidades, es esencial buscar soluciones que fomenten la armonía y la seguridad de todos.

En este contexto, la provincia de Guayas se ha convertido en el epicentro de una creciente ola de criminalización, marcada por el tráfico de drogas y la actividad desenfrenada de bandas delictivas. Entre las más destacadas se encuentran los "Choneros" liderados por Adolfo Macías, alias "Fito", y la banda de "Los Lobos" bajo el mando de Fabricio Colón, conocido como "El Salvaje".

Fito, evadiendo un traslado carcelario, ha instigado a su banda a causar actos de violencia con la intención de presionar al gobierno para evitar su recaptura. Por otro lado, El Salvaje amenazó al presidente Daniel Novoa, desencadenando una serie de eventos que llevaron al país a declarar un estado de excepción.

Contexto de la crisis:

Hace tres años, Ecuador comenzó a enfrentar una crisis de seguridad debido a la infiltración de la delincuencia en diversos sectores, incluyendo la policía y las Fuerzas Armadas. Esta infiltración ha resultado en crímenes violentos perpetrados en la vía pública, generando un clima de inseguridad constante.

La situación se agravó con la fuga de Fito, el criminal más peligroso del país, con la colaboración de dos agentes. La interrupción de la transmisión de una importante televisora por parte de la delincuencia fue el detonante que llevó al presidente Andrés Noboa a decretar el estado de excepción.





¿Qué implica un estado de excepción?

Los estados de excepción permiten restringir o limitar temporalmente las libertades individuales en situaciones extraordinarias que afectan al orden público. Es una medida drástica, pero considerada necesaria ante el creciente desafío que representa la delincuencia organizada para el Estado soberano.

Perspectivas y reflexiones:

Ante este panorama, surge la interrogante sobre si Ecuador debería adoptar una "solución Bukele", en referencia a las medidas de mano dura implementadas por el presidente de El Salvador, Nayib Bukele. Aunque algunos ciudadanos abogan por medidas radicales, es fundamental recordar que la violación de los derechos humanos podría ser el precio de tales acciones.

Las perspectivas para Ecuador son inciertas, pero la unidad de la población frente a la delincuencia y la violencia es una oportunidad para el país. La esperanza sigue siendo el principio rector, y es crucial que las autoridades trabajen con tolerancia cero a la corrupción, asignen recursos de manera honesta y aborden las necesidades de los sectores vulnerables para construir un futuro de paz y seguridad.