Es la cosecha de la siembra. Este momento marca el punto cumbre, donde un individuo asciende a la cima de la pirámide vibrando en gratitud y generosidad, logrando satisfacer sus necesidades primarias, secundarias y terciarias.

El amor y la paz forman una combinación que genera numerosos beneficios. Aquellos que viven una vida plena, con autoestima y equilibrio, y sobre todo con los conocimientos y la experiencia para sentirse seguros en cada momento, son quienes abren las puertas del mundo.

¿Qué significa esto? Bueno, si te has dado cuenta, la gente dice que la vida es difícil. Todos enfrentamos obstáculos que parecen impedir nuestro avance. Para que seas consciente, primero te explicaré qué son estos obstáculos.





"Los obstáculos son indicadores de que el camino que intentamos seguir no se alinea con las determinaciones del pasado y las necesidades del presente".

EL ARTE DE DAR Y COMPARTIR SIN MIEDO
¿Por qué a la gente le cuesta tanto dar? Nadie puede dar lo que no posee. A la gente le cuesta hacer lo que no es. Primero eres, luego haces; eres y haces para después tener, y solo puedes dar aquello que tienes. Así es, cuando logres identificar a través de este proceso quién eres, será verdaderamente un privilegio.





Quien se encuentra en un estado de gratitud y generosidad está vivo y forma parte de la solución. Por ende, te estás convirtiendo en un líder de cambios y transformaciones colectivas, y el mundo te necesita.

La humanidad te necesita a ti, a tu ser y tu hacer, a tu energía y edad, en tu momento. Eres una persona valiosa con todo lo necesario para construir tu vida; reconócete (Punto 4 de la metodología), reconócete cada día y valora lo que te rodea.

La vida es un hermoso buffet para tomar lo que necesites y apreciar cada momento, tanto de tu vida como de tu comunidad.