Influencers
¿Deidades Falsas del Siglo XXI?
José Hernández  -   2024-04-13
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En la era de las redes sociales, los influencers son como dioses modernos que parecen dominar el panorama digital. Con millones de seguidores, likes y vistas, tienen un poder que rivaliza con el de las celebridades tradicionales. Pero, ¿qué pasa cuando estos "ídolos" son más famosos por su apariencia que por su talento o conocimiento? ¿Y cuándo su influencia no lleva a nada más que a la superficialidad y el vacío?



La verdad es que vivimos en una época donde la fama se puede conseguir con solo un clic. Los influencers inundan nuestras redes sociales con contenido de entretenimiento y tonterías, pero ¿qué aportan realmente a la sociedad? Muchas veces, nada más que una ilusión de glamour y riqueza sin sustancia.

El problema es que, al prestarles atención y alimentar sus cuentas bancarias y redes sociales, les damos un poder desmesurado del cual muchos abusan. Se vuelven prepotentes, groseros y pierden el contacto con la realidad. ¿Y por qué? Porque saben que pueden ganar dinero fácilmente mostrando sus vidas aparentemente perfectas y promocionando productos que ni siquiera usan.




Pero, ¿qué hay detrás de esa fachada de lujo y excesos? En muchos casos, nada más que un vacío interior y una falta de propósito real. Muchos influencers son personas jóvenes que, en lugar de invertir en su educación o en desarrollar habilidades útiles, prefieren buscar la fama rápida y fácil.

Y el problema va más allá de los influencers en sí. Su éxito alimenta una cultura de la fama instantánea y la gratificación inmediata, donde cada vez más personas sueñan con alcanzar la riqueza y la fama sin ningún mérito real. Se obsesionan con la idea de convertirse en celebridades de la noche a la mañana, sin importarles el impacto que puedan tener en la sociedad o en sus propias vidas.




¿Qué podemos hacer al respecto? Es importante empezar a cuestionar el culto a la fama vacía y superficial. En lugar de seguir ciegamente a influencers que no aportan nada significativo, deberíamos enfocar nuestra atención en personas que realmente están haciendo un cambio positivo en el mundo. Apoyemos a aquellos que están utilizando su plataforma para educar, inspirar y motivar a otros.

Además, como jóvenes, es importante recordar que la verdadera riqueza y el éxito no vienen de la fama o la fortuna, sino de trabajar duro, educarse y contribuir de manera significativa a la sociedad. En lugar de buscar la gratificación instantánea, busquemos el crecimiento personal y profesional a largo plazo.

Los influencers pueden ser entretenidos y divertidos de seguir, pero no deberíamos permitir que dicten nuestros valores y prioridades. Es hora de reconocer que la verdadera grandeza no se mide en likes o seguidores, sino en el impacto positivo que dejamos en el mundo.
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